Resolver una herencia de la forma más sencilla posible con ayuda del Registro de la Propiedad.
En nuestro aporte de hoy, vamos a tratar de resolver los problemas más frecuentes que suelen presentarse a la hora de acceder a una herencia. El supuesto más habitual es el del causante que suele dejar uno o dos inmuebles, dinero en cuentas y depósitos y su vehículo. No entraremos en cuestiones accidentales por no ser trascendentales para nosotros, pero si vamos a intentar resolver los problemas de los inmuebles y el vehículo; en cuanto al dinero y a los depósitos, lo dejaremos para otra ocasión.
Recomendamos analizar previamente la situación financiera que presenta la masa hereditaria, antes de tomar una decisión precipitada, ya que nos podemos encontrar con un problema, más que con una herencia.
Así, después de saber dónde están localizadas las propiedades, podemos acceder a los datos registrales por nota simple de cada una de las propiedades relacionados y adoptar una posición clara frente a la herencia yacente, esto es, aceptarla o rechazarla.
En cuanto a los bienes inmuebles, pueden aparecer varios supuestos; uno, que poseamos escritura de todos los inmuebles, en cuyo caso será recomendable, en caso de duda, pedir una nota simple del registro de la propiedad para ver si está libre de cargas y en el caso de que existan poder analizarlas.
Otro, que no poseamos escritura , e incluso que desconozcamos la ubicación del inmueble; en cuyo caso deberemos de recurrir a la petición ante el registro de la propiedad de una nota de localización aportando los datos del causante a los efectos de que el registro nos aporte una nota donde se extiende una lista de los bienes donde nuestro causante figura como titular o cotitular.
Así, a partir de aquí, podemos acceder a los datos registrales por nota simple de cada una de las propiedades relacionados y adoptar una posición clara frente a la herencia yacente.
Existe un supuesto que es cada vez menos frecuente, dada la creciente trascendencia patrimonial de los inmuebles, pero puede ocurrir que estemos ante un bien o bienes inmuebles que no estén inscritos; normalmente esta circunstancia aparece con poca frecuencia y sobretodo en ambientes rurales y provincia con poca población.
Para este tipo de casos, solemos recomendar siempre lo mismo, «tirar del ovillo» es decir buscar a través de los recibos de contribución urbana (IBI) o bien la rústica . Aunque resulte un trabajo arduo y farragoso suele dar resultado, llegando incluso a veces a descubrir la existencia de un importante patrimonio inmobiliario en muchas ocasiones, sobretodo si se habla de suelo rústico.
Desde luego, ante este supuesto actuaremos inicialmente pidiendo una nota de localización en el Registro de la Propiedad, aunque esta será negativa, lo que nos forzará a buscar por el procedimiento descrito.
En este supuesto, tendremos por seguro que los bienes están libres de cargas y gravámenes, aunque puedan aparecer en un futuro por documento privado que tendrá que ser probado posteriormente para hacer valerlos.
Hasta aquí, tendremos resuelto el problema de los inmuebles, pero nos quedará por resolver el asunto del vehículo.